Desde que comenzaron las movilizaciones el pasado 15 de Mayo muchas personas salimos a la calle hartas del paro, de los políticos cada vez más corruptos, de la poca transparencia económica de las clases dirigentes, de las cláusulas abusivas de los bancos … Salimos a la calle para que se dieran cuenta que estábamos indignados, hartos y que ya era hora que todo esto cambiase.
Los primeros días fueron de explosión, de júbilo por parte de muchos y de recelo por parte de otros. Poco a poco con el paso del tiempo y viendo el desarrollo de los acontecimientos empecé a ver que lo que nos había hecho salir a la calle se iba diluyendo en asambleas que no conducían a ningún sitio, a poca acción concreta. Es cierto que los cambios son grandes, que esto es una carrera de fondo, pero había algo que no me encajaba. Empezaron a salir portavoces que no respetaban la opinión de las minorías, que obviaban o no escuchaban las reivindicaciones que no fueran en consonancia con sus planteamientos y las acampadas se fueron convirtiendo en algo muy distinto al espíritu que nos había “indignado” dando paso al más variopinto espectro de grupos que cada vez se alejaban más de lo que nos echó a la calle los primeros días.
Por otra parte me llamó la atención lo bien estructuradas que estaban estas acampadas, lo claro que tenían el discurso los que pronto se erigieron como portavoces y empecé a investigar. Llamó mi atención el ver en varias ocasiones, en distintas páginas webs, el nombre de una Fundación asociada a algunos de quienes dirigían estas asambleas populares. La Fundación en cuestión se llama Everis y forma parte de la Empresa Everis dedicada a la consultoría internacional. La consultora participada por el fondo inglés Hutton Collins, cerró el ejercicio de 2009 con una facturación de 398 millones de euros, lo que supone un crecimiento del 18% con respecto al anterior año. El otro propietario de dicha empresa es el grupo Landon y su presidente es Jorge Gallardo. Si les hablo de la familia Gallardo, a no ser que estén metidos en el mundo empresarial, seguramente les sonará tan desconocida como a mí.
La familia Gallardo es la propietaria entre otras muchas empresas, del grupo Hospitalario Adeslas, a través de su compañía Goodgorwer ; de los laboratorios farmacéuticos Amirall a través del Grupo Corporativo Landon, cuyo presidente es Antonio Gallardo; participa también en un 47%de la empresa Fotowatio dedicada a la gestión de plantas fotovoltaicas en España; de la empresa Sercotel, dedicada a la explotación hotelera en España y con miras al mercado europeo; tiene el 51% de la empresa Catalana de Estructuras Portuarias y compró una parte importante de la Empresa Mediapro, fusionada con Globomedia, la productora de televisión de programas como el Intermedio, Aguila Roja y con un 50% de la cadena de televisión la Sexta, Gol Televisión o el diario Público. Estos son solo algunos ejemplos ya que a través de sus distintos grupos tiene acciones de muchas más empresas de todos los ámbitos.
La Fundación Everis editó un manual titulado “Un momento clave para construir entre todos la España admirada en el futuro”. Este es el enlace del texto completo.
http://fundacion.everis.com/FUListRepositoryFiles/TransformaEspa%C3%B1a.pdf
En Noviembre de 2010 se presentó el libro a D.Juan Carlos de Borbón y “curiosamente” unos días después, el Presidente del Gobierno, Sr. Rodríguez Zapatero se reunió con una treintena de empresarios.
Tal y como indica el artículo del País, http://mesabemal.blogia.com/2010/112601-el-gobierno-de-la-fundacion-everis.php , en esta reunión hay ausencias de empresas españolas con peso en el extranjero como son : Alsa, Nutrexpa, Campofrío, Puig, Grupo Eulen, Prosegur, o algún boufet de abogados tan prestigioso como Uría y Menéndez, entre otras.
Entre las personas que elaboraron este proyecto de la Fundación podemos ver los nombres de Armando de Miguel, Eduard Punset, presente en alguna de las “acampadas” y uno de los personajes públicos que las han apoyado, o Eduardo Serra, Presidente de la Fundación Everis, que proviene de UCD y que estuvo en los gobiernos de Felipe González y de José María Aznar, como Ministro de Defensa.
En la Introducción del manual se puede leer “Por la trascendencia de este momento de oportunidad, la Sociedad Civil debe asumir sus papeles, alternativos o complementarios, de catalizador, motor y tractor del cambio. Para ello, el primer paso radica en ayudar al país a encontrar, desde la Sociedad Civil, la respuesta a dos preguntas clave:
primero, cómo está España hoy y por qué y, segundo, cómo se puede contribuir entre todos a sentar las nuevas bases de la España admirada del futuro. En este contexto y para este propósito nace esta iniciativa llamada TransformaEspaña.
En el marco de la iniciativa, la Sociedad Civil se define como el conjunto de individuos, organizaciones, instituciones y colectivos cívicos, voluntarios y sociales, que obran como mediación entre los Ciudadanos y el Estado, desarrollando su acción sin coacción y sobre la base de propósitos, intereses y valores compartidos. Dicho de otro forma, se corresponde con todos los agentes de un país menos los actores políticos.”
¿Coindidencias? Continuamos leyendo.
“Debilitamiento y aletargamiento de la Sociedad Civil
Cierto debilitamiento y aletargamiento de la Sociedad Civil limitan su contribución socioeconómica a la hora de movilizar a la Sociedad al servicio del bien-país, actuar como contrapeso y factor de equilibrio frente al Estado y los Políticos, o complementar adecuadamente las actuaciones gubernamentales mediante acciones civiles colectivas que las refuercen. Se considera mayoritariamente que, por incomparecencia de la propia Sociedad Civil y/o por injerencia de la esfera política, se ha producido cierto fenómeno de “politización” de espacios de competencia concebidos para ser apolíticos e independientes.”
A los que hayan asistido a las Asambleas esto no les resultará ajeno. El empeño por parte de los “portavoces” del “Movimiento 15M” o “Democracia Real Ya” del “apoliticismo” de estas manifestaciones es más que patente.
El primer día se vieron banderas Republicanas y se oyeron consignas de índole más o menos político. Al día siguiente y con el pretexto de las elecciones Municipales y Autonómicas se “invitó” a abandonar todo tipo de banderas y de consignas que pudieran parecer “políticas” y situar al “movimiento” en el ámbito de lo apolítico e independiente de partidos o sindicatos. Línea de actuación que ha continuado hasta la actualidad.
Creo que no hace falta ser analista ni sociólogo para darse cuenta de las similitudes con lo que dicen desde la Fundación Everis con el rumbo que han ido tomando estas movilizaciones.
Particularmente me da toda la impresión que estos días no han sido si no la puesta en práctica de estas teorías, un ensayo y un pulso para ver cómo está la sociedad civil española y si estamos dispuestos a realizar este cambio que promulgan desde las altas esferas empresariales para que España pueda volver a ser punto de referencia económica en la UE y en el resto del mundo en general al margen de la clase política.
¿Seremos las cobayas de su ensayo-acierto-error? Cada vez me lo parece más.
